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En el 2016, durante los primeros días como alcalde de Manizales, José Octavio Cardona, hoy representante a la Cámara por Caldas, sorprendió diciendo: “Que Manizales no quede en poder de los adultos mayores. No porque tengamos algo en su contra, sino por los costos de mantener poblaciones inactivas que se trasladan al municipio, poblaciones que no concurren en el gasto”. Fue su reacción a las proyecciones del Departamento Nacional de Planeación, en cuanto a que la pirámide de población de la ciudad al 2050 estará totalmente invertida, con más ancianos y menos niños y jóvenes.
Ocho años después se puede asegurar que Cardona estaba equivocado y lo están quienes siguen sintiendo temor porque la ciudad esté siendo habitada mayoritariamente por esta población adulta. En otros países es visto como una oportunidad y lo promueven, así lo deberían entender nuestros gobernantes y los ciudadanos. Lo que se concebía como una persona vieja porque superaba los 50 o los 60 años, está mandado a recoger. Actualmente alguien en estas edades, incluso más arriba de los 70, por lo general, está lleno de proyectos futuros; no duda en hacer inversiones, hace ejercicio; sale a disfrutar de lo que ofrecen las ciudades; viaja; come en restaurantes; se distrae en bares, salas de cine, discotecas...
La lista de actividades podría hacerse interminable para demostrar que lo que no hacía antes a quien se llamaba viejo, porque eran tiempos que negaban absurdamente esas posibilidades, ahora lo hace todo si quiere y puede por salud y sus finanzas se lo permiten. De ser una carga, los adultos mayores pasaron a ocupar un renglón importante de la economía, y de ciegos es no verlo. Ya se habla de la silver economy o economía plateada, que son todos los bienes y servicios para personas en estos rangos de edad, que ellas mismas buscan y con eso concurren al gasto en muchos sectores.
En un artículo que publicamos el pasado domingo, expertos revelaron que desde hace cinco años se trabaja en un proyecto para que la OMS certifique a Manizales como ciudad amigable para las personas mayores. De lograrlo será un acierto y en eso deberíamos empeñarnos todos. La Alcaldía de Jorge Eduardo Rojas ha mencionado incluir en una política pública este tipo de economía, como lo señaló en enero nuestro columnista Juan Martín Dussán, y agregó: “Sugeriría que el respaldo no solo sea un apoyo, sino un desarrollo integral, posicionando a Manizales como referente a nivel nacional y mundial”.


Para eso hay que pensar en las vías, la infraestructura, la movilidad, la vivienda, la tecnología, la recreación más cercanas y adaptadas a estos segmentos de la población; de manera que le confieran más atractivos a Manizales para establecerse aquí por ofrecer garantías para vivir bien y tranquilos. No hay que temerle a ser ciudad de adultos mayores conviviendo con población infantil y de jóvenes, que realmente cada vez son menos. A esto hay que apostarle porque son nuevas formas de desarrollo económico.