Como alegría para el público, hacía rato que Once Caldas no transmitía una sensación similar. Las victorias seguidas sobre Millonarios y Cali, en cuatro días, ambas como visitante, impensadas, sorpresivas, encausaron el proyecto de Hernán Darío Herrera.

Se lograron con autoridad, modificando el libreto, regalando la iniciativa, aguantando atrás, con alza en las cuotas individuales, y aprovechando los espacios brindados por esos rivales históricos, obligados a recomponer porque llegaron con derrotas a cuestas.

Una reafirmación de que, para Once Caldas es más cómodo enfrentar a los grandes que salen a buscar el resultado, que aquellos cuya única pretensión es defenderse.

Doble triunfo construido desde la solidez en marca, con un arquero brillante, y un cuarteto posterior liderado por Sergio Palacios, 19 años recién cumplidos, 1,95 de estatura, y un volante de primera línea, Mateo García (24) que inexplicablemente jugaba en la B.

Con complementos, Cardona parece asentarse como lateral izquierdo ¡quién lo creyera! Riquett se ve firme, Cuesta cumple, sobre un módulo ajustado desde el medio, con base en disciplina, orden y actitud, y con Montaño pidiendo pista.

Suculenta travesía, con argumentación táctica, evoluciones personales, y hasta con el factor suerte a favor, que en ocasiones se requiere, cuadrando caja, acomodando la mira, y renovando el ambiente de cara a las nueve jornadas que restan.

Superada la mitad de la liga, Once Caldas está clasificado con rendimiento del 50%, -58 en casa, 44 afuera- cuatro victorias, con el arco en cero en esos dos choques, y encontrando gol con Arce en Bogotá y Torres en Palmaseca, en espera del récord de Dayro.

Ante Cali faltaron Rojas y Arce, piezas clave contra Millonarios, y ni se notó. Hay planteo, idea de juego, que disimulan la discreta conformación de nómina, pues es un hecho, no se cuenta con delanteros tipo Darwin o Ibargüen, desequilibrantes en el Pereira.

Con dos o tres de categoría, y lo que se está reflejando de las prácticas, Once Caldas tendría con que aspirar a esos lejanos lugares de privilegio que no visita hace cinco años. No nos echemos mentiras ‘arriero’ ¿cuál denodado esfuerzo directivo? carreta barata.

Reconociéndole su labor, y la de sus colaboradores. ‘Que se los acomodaron, que es un despersonalizado, que se le metieron al rancho, que es un tipo sin carácter’ se oyó decir porque el cuerpo técnico fue montado con gente de la región.

Andrés Felipe Rozo, segundo a bordo. Néstor Mario Marín, preparador de arqueros, que puso a José Fernando Cuadrado en un mundial, a Juan Carlos Henao como el mejor de América, y a Agustín Julio en una selección Colombia. Y con ellos, el PF Mauricio Roldán.

Yo si prefiero a estos profesionales estudiosos, no a los amigos de los entrenadores que poco aportan, recuerden, John Alex Cano con Corredor, José Helmer Silva, socio de los negocios de Lara, o a Luis Eduardo Montaño, que ni hablaba, en la era Bodhert.

Lo de James Aguirre es espectacular, figura en todos los partidos, atento en el juego aéreo, fuerte en el mano a mano, de reacción rápida, lleno de confianza. El penalti atajado al 93 a Andrés Andrade, valió dos puntos.

En deuda, Esteban Beltrán, tiene talento, pero rinde a cuenta gotas, se deja anticipar fácil, le falta peso, influencia, y Alejandro García anda ido, perdido, no está para titular. terrible momento.

En suma, seis unidades que ni el más optimista esperaba, poniendo a Once Caldas con puntaje para pelear, que no quiere decir que sea fácil, siendo necesario conservar la actitud y el fútbol, porque a falta de nueve fechas, depende de sus propios recursos.

Hasta la próxima...