Fue una noche de película.
En ella, el gol más celebrado del Once Caldas, no fue gol. Dicho con desborde emocional justificado, sin desfigurar la historia, fue el bloqueo del penalti de Juan Henao, en la serie frente a Boca Juniors, en la final de la Copa Libertadores, hace 19 años.

Evocación que, por lo visto, no es preferencial en las mentes de las nuevas generaciones, por falta de respeto y difusión a su significado.

Se deshonra la memoria de lo sucedido y del profe Montoya y los muchachos, porque ante aquella bella época no se estimulan los recuerdos.
El Club reseñó el hecho con simpleza. Videos y fotos, que recrean el momento, sin la trascendencia que merece.

En Argentina, caso particular que ejemplariza: Aldo Pedro Poy repite, desde hace 52 años, con la presencia de los acérrimos seguidores del club, un gol que hizo con Rosario Central ante Newells, en una semifinal de copa. Eso es memoria. Lo hizo de palomita y de palomita lo revive cada año.

Que no sucumba a la vorágine del tiempo, el mejor pasaje futbolístico del Once Caldas y sus gentes.
No está muerto... pero pasan cosas

En la antesala de la Liga juegan los aficionados su partido, con aliento y esperanza. Muchos se abonan; otros no, por falta de dinero. Importa poco en el ambiente si la inversión es gigante o chica, si hay o no súper equipo, si los fichajes son estrellas. Es asertivo su pensamiento.

Injusto es juzgar al Once Caldas que se arma, sin verlo jugar.

Muestra el cuerpo técnico, encabezado por Pedro Sarmiento, satisfacción por el rendimiento de los nuevos fichajes. David Cuesta, Johar Mejía y Billy Arce, transitan por el periodo de adaptación con buenas señales en su juego. “Clasudo” es el ecuatoriano.

Aunque en el ambiente hay sorpresa por la firma de Álvaro Montaño, sin reseñas históricas de valor, procedente del Pasto, club con el que en un semestre jugo medio partido. ¿Gato por liebre? Habrá que mirarlo.
El Once Caldas trabaja con insistencia para inculcar un espíritu ganador y para dejar atrás los complejos derrotistas, en especial de los chicos, a la espera de la confirmación de sus facultades.

P.D.: Con el subtítulo juvenil de Caldas, la afición satisfecha. A punto estuvo la corona después de un destacado torneo. De nuevo se compitió por lo alto.