“El muñeco” Gallardo en Manizales, en plan familiar sin alardes de vedette, como respaldo a su hijo Nahuel, lateral izquierdo que no cuenta con la aprobación de los aficionados. Su presencia y su bendición le originan complacencia, porque el Once Caldas respetará su contrato hasta julio.

Personaje del fútbol, Gallardo, desde su etiqueta de jugador talentoso, “10” que llaman, desequilibrante desde su habilidad, e influyente en la construcción del juego.

Con la identidad de técnico ganador, coronado en clubes de distintas latitudes, con fútbol inspirado en el balón y en los jugadores talentosos, con mentalidad inquebrantable de triunfo.

Siempre predicó la superioridad numérica en zonas de ataque, con variantes en las rupturas ofensivas, con iniciativa y llegadas de los medios desde la segunda línea, como alternativa frente al gol.

Nunca lo llamó fútbol moderno. Simplemente ftbol innovador y progresista.

A su lado, a manteles, en reconocido hotel, estuvo el presidente del Once Caldas con su círculo personal. Aunque se encontraba en Manizales, no participo en la reunión Jaime Pineda, el dueño del club.

Gallardo, inspirador, no es un personaje cualquiera. Esta al nivel de otros técnicos legendarios y ganadores como Carlos Bianchi, quien argumentó, para vencer al Once Caldas en la final de la Copa Libertadores, que tenía el celular de Dios.

Lamentablemente para él, ese día, se le perdió la señal y se marchó derrotado y humillado, dando muestras desbordadas de arrogancia como pésimo perdedor.

No es Gallardo el único famoso ex-River Plate, en Manizales

Por la ciudad pasó hace décadas, un uruguayo, apodado “Botija de oro”, Walter Gómez, a quien los aficionados del ayer recuerdan con especial afecto.

Talentoso, veterano (38) dejó huella imborrable con su futbol de especial calidad, en el Once Caldas, después de haber deslumbrado en la argentina, en el club de la banda roja.

Son gratos recuerdos.

La presencia de Gallardo nos lleva a repasar algunos de sus credos. Desde hilvanar las jugadas con futbol asociado y no con peloteo, hasta hacer amables las derrotas por la forma especial de jugar con propuestas atrevidas y ofensivas. Es futbol del nuestro gusto, de toda la vida.

Quien respeta el balón, el juego, al hincha y a los futbolistas, en cualquier momento encuentra el triunfo.

Tanto el argentino como el profe Luis Fernando Montoya, “El campeón de la vida”, también ganador de Copa, aprendieron, enseñaron y no se marearon en la cresta de la ola. Porque los fracasos se explican y no se matizan con frases embaucadoras. Por eso siempre en sus campañas pusieron el sello diferencial.

*Sobre Dayro y su posible regreso, hablamos luego.