“Trabajar, trabajar y trabajar”

Señor director:

El trabajo es riqueza, pero la salud es bienestar. El ocio, la libertad, la tranquilidad y hacer lo que nos agrada, también lo son. Jubilar: Lat. Jubilare. Entre otros significados con cierta connotación de cesar de ejercer una profesión, también se le asignan significados con cierto matiz despectivo, que de alguna manera no enriquece ni estimula el hecho de sentir satisfacción como algo que tiene que ver con logros de justicia y plenamente realizados. Si bien para ciertas personas el trabajo es algo mortificante, tedioso e incómodo, con reiteradas frases que son huecas y poco concordantes con la lógica expresadas en conceptos como: “El trabajo es para los burros”, “Es tan maluco trabajar que hasta le pagan a uno”, “ Si el trabajo es salud, entonces que trabajen los enfermos”, y… así hasta la necedad. Otros, menos fatalistas y optimistas pensamos que trabajar dignifica, estimula y pone al ser humano como artífice de progreso, de evolución y cambio como un ser superior en la naturaleza . “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, predica la sabiduría, lo ratifica la sindéresis y lo confirma el sentido común.

El trabajo produce muchas satisfacciones a lo largo de nuestra vida: Nos enaltece como seres superiores, nos permite vivir ocupados, ser productivos, demostrar nuestras actitudes y aptitudes, fortalece nuestras relaciones interpersonales, ocupar un espacio social, desempeñar una profesión, ser personas útiles en la sociedad, ser ejemplo de laboriosidad e ingenio, construir una imagen, vivir cómodamente disfrutando de bienestar y, de paso sentirnos “importantes” en nuestro paso por la tierra. Algún autor alemán planteó la importancia del trabajo en la evolución del ser humano y en verdad que sus argumentos tienen gran contundencia e irrefutabilidad por cuanto tienen peso científico por su evidencia y visibilidad a la luz de las ramas que abordan los comportamientos humanos. Dice el ingenio poético:

Trabajo como un pollino

para vivir como un rey

trabajar es mi destino

porque camellar es ley.

El ingenio es del humano

el trabajo es vocación,

no pasar la vida en vano

ese mandato es mi misión.

Pero… todo tiene un límite, todo tiene un ciclo, un principio y un fin. No se puede trabajar toda la vida hasta morir trabajando como una manía, como una obsesión, como algo compulsivo. La empresa no se va a acabar si usted se retira a descansar, a disfrutar de su familia, de sus nietos, a hacer lo que les agrade, a gozar de las aficiones, a evitar el estrés cuando ya somos mayores y las fuerzas van llegando a su fin. Los jubilados debemos dar paso a los jóvenes que están esperando una oportunidad laboral. Entre más se trabaje, más gastos aparecen; entre más se trabaje, más posibilidades de enfermar. “Gasté mi vida trabajando y ahora gasto mi dinero tratando de recuperar mi salud”. ¡Qué insensatez!

Elceario de J. Arias Aristizábal

Siniestros viales: ¿un problema de salud pública?
Señor director:

Sólo basta con monitorear las noticias para darnos cuenta de que algo no está bien en las vías de nuestro país: accidente en La Dorada deja 1 muerto y 18 heridos; motociclista pierde la vida en Tunja; conductor pierde el control de su vehículo y cae de un puente en Bogotá; contratistas mueren en accidente en la vía Pueblo Nuevo-Valledupar; tres vehículos chocaron y quedaron destrozados en la vía Suba-Cota; y así nos podríamos quedar nombrando una serie de siniestros viales que cada día enlutan a los colombianos.
Es que las cifras son preocupantes. Por ejemplo, en el 2023, falleció una persona cada 63 minutos en un accidente de tránsito. En total, 8.403 murieron, el año pasado en las carreteras de Colombia; y en los últimos 10 años, la tasa de muertes anual por incidentes viales aumentó el 52,6%. Según la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el 61% de los eventos fatales en vías corresponde a motociclistas, con un total de 5.051 muertes. En efecto, desde 2009, los eventos catastróficos en moto han aumentado el 113%. En cuanto a cifras de lesionados en accidentes de tránsito tenemos un total de 32.235 personas. Sin embargo, y aunque la cifra de lesionados disminuyó, la de muertes no baja.
Por departamentos, Antioquia es el que presenta el mayor número de muertes en accidentes viales: 1.093 durante 2023. Le siguen Valle del Cauca con 854, Cundinamarca 674, Bogotá con 621, Cesar con 314 y Boyacá con 230 fallecidos. Por eso no es exagerado afirmar que los siniestros viales, a nivel nacional, se han convertido en un problema de salud pública porque el crecimiento, a lo largo de la geografía nacional, no da tregua. Ante este panorama se han interpuesto medidas legales en tribunales, que obligan a reducir la accidentalidad en determinadas zonas urbanas. No obstante, en las vías nacionales esa reducción no se ve y las cifras de muertos siguen siendo altas.
Así mismo, en el Congreso de la República se han realizado varios debates de control político por la accidentalidad en vías nacionales, pero esto no ha sido suficiente. La razón: es que todo queda resumido en prevención, educación de conductores, cumplimiento de límites de velocidad y normas de tránsito, señalización, tecnologías, y cooperación de entes territoriales. Pero, al final, no pasa nada. No hay ninguna sanción o política seria de prevención que esté siendo efectiva. De ahí que esto sea una alerta para la Agencia Nacional de Seguridad Vial y para los ministerios de Transporte y de Salud. Es el momento de evaluar y ajustar las estrategias de prevención y riesgo, para que se reflejen en la realidad y en las cifras. Estamos hablando de vidas y eso es responsabilidad de todos.
Ingrid Sogamoso, representante a la Cámara
por Boyacá

Derecho de réplica al contador público Jorge Enrique Pava Quiceno

Señor director:

Desde hace años atrás se ha vuelto recurrente que el columnista del periódico de casa, La Patria, Jorge Enrique Pava Quiceno, de manera constante se derrame en diatribas contra la Contraloría General del Municipio de Manizales – CGMM; de las más o menos 12 columnas que debe haber publicado en el 2024, en dos de ellas se ha despachado contra la CGMM, enero 5: “Irresponsables” y marzo 1: “Manizales sin Contraloría”.

Debemos iniciar por recordarle al señor columnista que en septiembre 19 del 2019, fue aprobado por el Congreso de la República el Acto Legislativo 04, mediante el cual se reformó el sistema de control fiscal en Colombia, Acto Legislativo de cuya aprobación hizo parte importante la ASOCIACIÓN DE SERVIDORES PÚBLICOS DE LOS ÓRGANOS DE CONTROL DE COLOMBIA -ASDECCOL, organización sindical que representa a una buena parte de los trabajadores del control fiscal, no solo de las 65 contralorías territoriales sino también de la Contraloría General de la República –CGR-, y de cuya Junta Directiva Nacional hago parte.

El espacio es poco para lo que se debe escribir acá, pero lo que sí teníamos claro lo trabajadores del Control Fiscal en Colombia, al acompañar ese Proyecto de Acto Legislativo, era que el control fiscal territorial debería ser fortalecido en lo económico, técnico y administrativo; adicionalmente el proyecto incluía una modificación en la forma de elegir a los contralores territoriales, elección que debería ser por meritocracia, es decir que luego de un proceso transparente de aplicación de pruebas y experiencia, así como análisis de la hoja vida, aquel candidato o candidata que ocupara el primer lugar fuera el nombrado, evitando la intervención de las Asambleas Departamentales y de los Concejos Municipales, intervenciones estas que son las que presuntamente coartar el actuar de los contralores territoriales, y por eso tomamos la decisión de acompañar al Contralor General de la República, en ese proyecto, finalmente materializado en el Acto Legislativo 04 de 2019.

En su artículo 1 el A. L. 04 de 2019 en mención, modificó el artículo 267 de la Constitución Política de Colombia el cual entre otros determina que: “La Contraloría es una entidad de carácter técnico con autonomía administrativa y presupuestal (...)” cuya función es la vigilancia y el control fiscal conforme con el mismo artículo: “La vigilancia y el control fiscal son una función pública que ejercerá la Contraloría General de la República, la cual vigila la gestión fiscal de la administración y de los particulares o entidades que manejen fondos o bienes públicos, en todos los niveles administrativos y respecto de todo tipo de recursos públicos”. Así mismo, el artículo cuarto del A. L. 04 de 2019 modificó el artículo 272 de la Constitución Política el cual determina entre otros lo siguiente: “La vigilancia de la gestión fiscal de los departamentos, distritos y municipios donde haya contralorías, corresponde a éstas en forma concurrente con la Contraloría General de la República.

La vigilancia de los municipios incumbe a las contralorías departamentales, salvo lo que la ley determine respecto de contralorías municipales (…)”. Las anteriores citas son para responder una afirmación esa sí, si se quiere, irresponsable por parte del señor Pava Quiceno: “Se limita a producir informes previamente conciliados con la administración (…)”. (La Patria enero 5 de 2024).

La CGMM, cuenta con una planta de personal de 35 funcionarios, de los cuales 17 hacen parte del proceso auditor; la mayoría de nosotros ingresamos a la CGMM en el 2015 como resultado de un concurso de méritos y somos de carrera administrativa, lo que garantiza una clara independencia, no solo administrativa sino también política; en ese sentido es temerario y casi que raya con la calumnia lo afirmado por el Dr. Pava en su escrito. El trabajo que realizamos los auditores es eminentemente técnico y el resultado de los informes de auditoría corresponde a la evaluación de la gestión y los mismos están soportados en las evidencias recolectadas durante la vigilancia del control fiscal, y si el mencionado columnista tiene pruebas de que alguno de los equipos auditores o algún funcionario que haga parte de los procesos misionales de la CGMM se ha reunido con la administración municipal a conciliar los informes antes de emitirlos, lo invito a que como todo ciudadano haga la respectiva denuncia ante la Fiscalía General de la Nación.

Ningún sujeto de control podrá nunca coaccionar, como lo escribe el Dr. Pava Quiceno, en Manizales sin Contraloría, (La Patria marzo 1 de 2024); durante las actuaciones de los equipos auditores todas nuestras posiciones como auditores quedan debidamente registradas en los papeles de trabajo. En ocasiones es necesario apartarnos de decisiones tomadas por los diferentes comités donde se discuten los resultados de los procesos de auditoría. Al evaluar de manera integral los resultados del proceso auditor, nuestras posiciones también se plasman en las respectivas actas de trabajo.

La Contraloría General del Municipio de Manizales no es una persona, cualquiera que sea su cargo, es una institución, compuesta por funcionarios con las competencias y perfiles necesarios para realizar un trabajo técnico, transparente y eficiente. Es posible que deba ser reestructurada, pero lo cierto es que el Acto Legislativo 04 de 2019 otorgó al Contralor General de la República en ese momento facultades extraordinarias por un año para presentar al Congreso un proyecto de Ley que fortalecería las contralorías territoriales en aspectos financieros, técnicos y administrativos. Lamentablemente, debido a la falta de voluntad política, este proyecto no se presentó. La pandemia se utilizó como excusa para el incumplimiento de lo esperado por el control fiscal territorial. Actualmente, la organización sindical a la que pertenecemos continúa luchando para lograr que este objetivo se cumpla. Nótese que no pasó la propuesta en el Congreso respecto de la forma de elección de los contralores tal como se planteaba (por meritocracia), el control fiscal continúa contaminado de politiquería.

Sin embargo señor Pava, los senadores y representantes, jefes directos, en los territorios, de esos concejales y diputados a los que usted ataca o defiende, dependiendo del su tinte político, porque claro lo tengo, lo leo cada ocho días y hace muchos años, que usted actúa y escribe en defensa de los intereses del grupo político al que usted pertenece, fueron los que se opusieron a que esa propuesta fuera aprobada, pregúnteles a ellos ¿por qué?, pero muy a pesar de eso la elección del actual Contralor de Manizales, es la que más se acerca a lo que pretendía la propuesta, y es que ese contralor fue el candidato que ocupó el primer lugar en el proceso de pruebas y evaluación de hoja de vida, realizado por una entidad ajena al Concejo Municipal, lo mismo que a la Alcaldía Municipal.

Como consecuencia directa de la no aprobación de la modificación en la elección de los contralores territoriales, inmediatamente otro sector de ese Congreso de la República decidió el control previo y concurrente exclusivamente a la Contraloría General de la República –CGR-, y por si usted no lo sabe o no lo quiere saber, en sus cotidianos artículos contra la CGMM, para las territoriales solo quedó la posibilidad del control posterior y selectivo, y le explico si tampoco lo quiere entender posterior: después de… sí señor después de que se ejecuten todas las gestiones fiscales de las administraciones y selectivo: solo muestras de esos procesos de gestión, si quiere llámelas contrataciones, muestras tomadas técnicamente de acuerdo con la Guía de Auditoría Territorial GAT 3.0, versión vigente hasta hoy, y fundamentada en normas de auditoría internacional, que espero que usted como contador público conozca.

Contrario a lo expresado en su artículo de marzo 1 de 2024, “informes que debelen la realidad que hoy padecemos, pondría en evidencia la inoperancia propia de la contraloría”, lo que se evidenciará es que la CGMM está haciendo un excelente trabajo, a partir de una auditoría técnica e independiente, cobijada en la norma constitucional: posterior y selectivo, fundamentado en evidencias que puedan soportar los hallazgos encontrados y no en oídas de calle, que si bien es el sentir de la ciudadanía que usted dice defender, carece de pruebas fácticas al momento de realizar el control fiscal.

De igual manera le informo que las Contralorías territoriales, por mandato constitucional, están vigiladas por la Auditoría General de la República, entidad que en virtud del Decreto 403 de 2020, reglamentario del Acto Legislativo 04 de 2019, tiene la potestad de certificarlas o descertificarlas de acuerdo con el cumplimiento de unos indicadores.

Para concluir este escrito, me permito informarle Dr. Pava, por si tampoco lo sabe o simplemente no lo quiere saber, el control fiscal a la mayoría de los escenarios de los Juegos Nacionales y a la PTAR, tampoco son competencia de la CGMM, esto porque la fuente de los recursos es del orden nacional, es decir ese control es de la CGR, y si usted hubiera tenido interés en mencionar situaciones evidentes en su columna del 1 de marzo seguramente hubiera mencionado un hallazgo por más de 400 millones de pesos al contrato de interventoría a las obras ejecutadas en el coliseo menor, dejado por la CGMM en la vigencia 2023; quiero pensar que no conoce el informe de auditoría y no que esa omisión responde a una acción con el solo interés de seguir despotricando contra la CGMM. Y si usted leyera los informes de auditoría que expide esta excelente CGMM, sabía que tanto a finales del año 2021 como en la vigencia 2022 cuando se incluyó a IDEAS MÄS, en el Plan de Vigilancia Fiscal para auditar la vigencia 2021, esta contraloría también se pronunció frente a las anomalías que se venían presentando en esa empresa.

Que la Contraloría General del Municipio de Manizales –CGMM-, es una entidad que muy probablemente carece de músculo y capacidad operacional (Manizales sin Contraloría, marzo 1 de 2024), muy seguramente que lo es, pero no solo es esta, son la totalidad de las contralorías territoriales, con muy contadas excepciones; por eso los trabajadores del control fiscal en Colombia seguiremos abogando por el fortalecimiento económico del Control Fiscal Territorial en Colombia. La solución, Dr. Pava Quiceno, no radica en la eliminación de las contralorías en contravía del principio constitucional de la descentralización, sino en su fortalecimiento, con la convicción de que esto potenciará aún más nuestra labor técnica en la lucha contra la corrupción. Este fortalecimiento debe garantizar independencia administrativa, y sin la más mínima posibilidad de que estas contralorías se conviertan en apéndices de gobernaciones y alcaldías, como estamos seguros de que no lo es la Contraloría General del Municipio de Manizales.

Cordialmente,

Jorge Luis Valdés Orozco Profesional Especializado CGMM

Hipnosis y misterio

Señor director: 

Daniela, mi hija, me contó el testimonio que había dado una amiga suya sobre una experiencia muy especial que le acaeció con motivo de la pérdida de una pequeña bebé pocos días antes de nacer. Luego, yo personalmente escuché el video en el que esta madre frustrada compartía su profunda vivencia. Ella entró en una fuerte crisis emocional. Su esposo, tratando de ayudarla, le consiguió una bella mascota para que fuera su compañía. Así inició ella caminadas para sacar de paseo a su tierna perrita y entretenerse con esta sencilla tarea. Pero un día resolvió buscar ayuda profesional con una sicoterapeuta quien la atendió en su consultorio. Acostada en una amplia silla, fue adormecida por la doctora, con una especie de hipnosis. Entrada en su sueño, comenzó a visualizar un fuerte resplandor que se fue convirtiendo poco a poco en una iluminada cruz y una voz que decía: vas a estar muy bien. Se despertó muy asustada.

Inmediatamente se puso de pie e inició la salida del consultorio. La sicoterapeuta le pidió tranquilidad. Pero esta mujer, demasiado impactada le respondió que ella se iba de allí inmediatamente. Y así lo hizo. Un día salió a caminar junto con su esposo y su ya apreciada mascota. Iban por un prado de un tranquilo parque. De pronto ella distinguió a lo lejos una iluminación, un resplandor. Le habló a su esposo de lo que estaba viendo y le señaló el sitio respectivo. El esposo miró hacia donde ella le indicó y le manifestó a ella que no veía nada. Insistió ella en su visión especial, pero él le volvió a afirmar que nada veía. Siguiendo su andar, de repente la mujer se agachó y recogió del suelo una hermosa cruz que le trajo el recuerdo de su sueño de días pasados. Quedó muy impactada y allá en lo profundo de su interior volvió a escuchar la voz que le decía: de esta situación vas a salir muy bien. Le contó a su esposo, entre sollozos y lágrimas, toda esta vivencia misteriosa que le había sucedido. Y también la compartió con familiares y amistades a través de un video.

He afirmado que los seres humanos vivimos en medio de milagros y misterios. Nos hemos acostumbrado a la maravilla que somos y a la de la naturaleza: su fauna, su flora. Y muchas veces ocurren vivencias que nos parecen algo especial en nuestra vida. Creo que debemos mantener en nuestra mente ese hermoso canto de: “gracias a la vida que nos ha dado tanto. Me dio dos luceros que cuando los abro perfecto distingo lo negro del blanco. Me ha dado el sonido y el abecedario y con él las palabras que pienso y declaro. Me ha dado el oído que todo lo graba. Me ha dado la marcha de mis pies cansados. Me ha dado la risa y me ha dado el llanto, para distinguir dicha de quebranto”. Gratitud es una terapia.

Alirio De Los Ríos Flórez.

Analizar la PTAR en discusión pública

Señor director:

La columna de Camilo Vallejo Giraldo del 1 de abril toca un aspecto fundamental en las responsabilidades que tienen que asumir las entidades, y yo añado, y los funcionarios, respecto a las consecuencias de sus determinaciones. Acertadamente afirma: “los actos de poder son siempre actos de violencia”; estos actos muchas veces causan grandes pérdidas y costos adicionales que a pesar de ser en algunos casos advertidos esos riesgos, toman de todas formas la decisión equivocada, sin hacer una metódica y adecuada evaluación del riesgo. Cuando se materializa no pasa nada, nadie asume la responsabilidad económica de ese error; luego el Municipio, es decir todos los ciudadanos con nuestros impuestos pasamos a pagar las consecuencias y vuelve y juega repitiéndose una, dos, tres veces y se sigue como en nuestra PTAR.

Como el que no conoce la historia está condenado a repetirla hice un recuento de errores pasados en el artículo del 13 de marzo publicado en la PATRIA en este espacio sobre la PTAR y hoy vemos los sobrecostos, por errores en su planeación e intentos de ejecución respecto a la evaluación, cuantificación y el manejo o trámite de los riesgos en el evento que se materialicen. No se conocen las evaluaciones de los riesgos en las anteriores administraciones, si se hicieron o no, si se cuantificaron y se pusieron en cifras concretas en pesos o dólares; tampoco se conoce cómo establecieron manejar el riesgo, cómo provisionar una cifra, o si lo iban a transferir a una póliza debidamente constituida. Peor aún en algunos casos manifestaron que había pacto de confidencialidad respecto al proyecto y su proceso.

Por todo lo anterior hago un vehemente llamado a Aguas de Manizales, como primera respondiente, y a las fuerzas vivas de Manizales, la Sociedad de Mejoras Públicas, los gremios, los entes de control, todos los conocedores, a la ciudadanía en general para exigir que se haga un análisis de riesgos meticuloso y técnico de la PTAR, que se haga público con posibilidades de aportar, debatir y criticar por parte de los que tenemos interés en que el proyecto salga adelante y no nos encontremos más adelante, por ejemplo por su mala ubicación y habiendo otras posibilidades, con demandas de todos los habitantes cercanos alegando su derecho fundamental y constitucional a un ambiente sano y con pretensiones del 50% del valor comercial de su apartamento, casa o negocio, multiplicando de nuevo el costo de la PTAR. Ese solo riesgo materializado puede valer otra PTAR. Finalmente estoy abierto a apoyar y debatir lo mejor para Manizales.

Francisco Javier Gómez Cardona

Gobierno: principal promotor del desempleo en Colombia

Señor director:

En años anteriores me había referido al mismo tema. Cada vez más el DANE se refiere, en las estadísticas que publica con frecuencia, al incremento del desempleo en Colombia. Cada vez es mayor el número de personas que tratan de subsistir sin tener posibilidades de un empleo digno, así sea con salario mínimo. Pero ¿quién es el mayor culpable de esta situación? Nadie más ni nadie menos que el mismo Estado, por las siguientes razones: la primera es permitirles a los empleados públicos laborar hasta los setenta años de edad con la llamada ley de retiro forzoso. ¿Por qué si a los sesenta y dos años de edad ha cumplido los requisitos para la obtención de la pensión con el número de semanas cotizadas al sistema general de pensiones, éstos empleados no son retirados del servicio activo, dándole oportunidad a los nuevos profesionales de obtener su empleo?

La segunda razón es que el mismo Gobierno incrementa el desempleo haciendo nombramientos de funcionarios públicos a quienes ya han obtenido la pensión, como es el caso de quienes son nombrados en embajadas, consulados y ministerios (ministros de defensa, salud y el actual canciller Leyva Durán, suspendido por la procuraduría). ¿Por qué no se tiene en cuenta tanto profesional que está saliendo de las universidades sin oportunidades de empleo? Si se tienen en cuenta las dos consideraciones anteriores otra sería la situación. El mismo Gobierno es el llamado a bajar el desempleo, pero no teniendo maestros que ya han obtenido la pensión y aún están laborando.

Fernando Marín Gil

Día del Idioma Español
Señor director:

Notas Cívicas se une al Día Internacional del Idioma Español recordando sentimientos, puntos de vista y aseveraciones de mi autoría, que están muy vinculados a la celebración de tan especial y mayúscula fecha: 23 de abril, que recuerda la partida de Miguel de Cervantes Saavedra, a la academia del cielo en el año 1616.

1. Utilicemos lenguaje de paz y concordia
Toma fuerza la utilización de la palabra capo, para referirse a alguien muy principal por sus calidades dentro de un equipo de fútbol o en el ciclismo; es repetidamente utilizada por locutores, comentaristas y hasta analistas de relumbre. El idioma castellano es amplio y generoso con los adjetivos como para que “nos peguemos” de palabras que en su definición están muy emparentadas con mafias y organizaciones de cosa nostra.

2. No formemos parte de “los tontos útiles”
Hay muchos escritos en la prensa nacional que dejan ingrato y triste sabor, pues al instante se detecta que provienen de personas a las que les vale más el insulto, la sorna, el desprecio y el mal tratamiento al otro, que el concepto crítico bien manejado y dirigido, para que los lectores y estudiosos obtengan aportes interesantes para llegar a redondear ponencias o ensayos, que muchos elaboran para diferentes destinos. En abierto paralelismo con ello, está tomando mucha fuerza el asunto de las falacias de la generalización. Hoy están acusando a todas las fuerzas de la Policía de ser del estilo de unos policías desubicados con su comportamiento violento, que produjo la muerte de un connacional en Bogotá. Hay que decir que en todo gremio, asociación, círculo hay pasilla y ripio, parodiando al mundo del café. Lo grave es que esos mismos viscosos formatos los están llevando a las redes sociales, que llenan de desdoro y calumnias a las instituciones cuando en ellas aparecen algunos de sus conformantes con “lunares y nacidos”, aludiendo a enfermedades del ser humano. Los casos se han vivido con el congreso, las altas cortes, el clero, el magisterio ... Hay que entender que la responsabilidad de los que se salen de “la fila y el orden” , es individual.

3. Escritos “que mandan a estudiar”
Hay valiosos columnistas en la prensa colombiana que en sus entregas vienen con verdaderas novedades en los análisis y comentarios; “que lo mandan a uno a estudiar y profundizar”, porque la sola lectura de sus excelentes páginas siembra inquietud para seguir investigando. Desafortunadamente hay otros que son repetitivos y cansones con sus monsergas en cada aparición. Ya sabe uno que están maniatados por la maledicencia, además de que sus escritos contienen “muchos rengloncitos” de fake news y de malos tratos a los congéneres, que caen en sus redes de ajusticiamiento: se creen genuinos jueces, pero en el fondo son simples fariseos.
Rogelio Vallejo Obando

Mantener Prográmese con...
Señor director:

Constituye indudablemente un gran acierto la sección del periódico: Prográmese con... Es un gran aporte a la ciudad. Cubre un vacío. Ojalá llegue para quedarse. Los felicito. La ciudad lo agradece.
Diego Ramírez

¿Tomamos en serio lo de impulsar el turismo?
Señor director: 

En días recientes acudí al espacio de promoción de los productos artesanales y de comidas del departamento denominado “Origen Caldas” que tiene un local en el edificio de la Licorera, en plena Plaza de Bolívar en Manizales, y mi sorpresa fue mayor, pues es increíble que no acepten medios digitales para el pago. Es decir, los turistas que aparecen por allí no pueden comprar los productos presentados cuando solo tienen unos pesos en efectivo y los antojos no los pueden cancelar con una tarjeta (pues no tienen datáfono) o ni aún con el popular “código QR”. Otro punto que desmejora el servicio es que cuando generalmente los turistas visitan la ciudad, es decir los fines de semana o de puente Emiliani, el local está cerrado. Es necesario buscar medidas para superar estos defectos que no fomentan el turismo. Si el problema es presupuestal, se puede atender inicialmente en media jornada los domingos y/o lunes de fiesta. Pero la falta de medios electrónicos de pago sí es inexcusable.
Joseoscar Jaramillo J.

Discusiones personales que deben ser en privado
Señor director: 

-No hay necesidad de tanto micrófono-.
Ambos presidentes: el de Colombia y el de Argentina, se han insultado muy feo. La “cabezitacaliente” es mala consejera. No son discusiones de Estado sino muy personales, íntimamente relacionadas con creencias de cada uno, respecto a si el Estado lo debe dominar todo o el virtuoso juego de las libertades. Son el agua y el aceite, que deben pacíficamente convivir. Las relaciones no se deben dañar. Recordemos que el papa los ha recibido, lo que implica pluralismo del pontífice.
***
En la vida se impone, siempre, la prudencia y moderación en el lenguaje, base fundamental de las buenas relaciones interpersonales: que es simiente de paz y cordialidad entre los seres humanos.
Rogelio Vallejo Obando.

Reacción a palabras del presidente Petro
Señor director: 

La sabiduría popular afirma que “la verdad duele”.
Sin desconocer la presencia de colombianos honestos en la Policía, debemos reconocer la existencia de verdaderos delincuentes también al interior de la institución. Su mayor falla consiste en que la “seguridad ciudadana” no es su prioridad y de allí surge la falta de credibilidad de la ciudadanía y por tanto, la poca confianza en la institución y en sus procedimientos.
Carlos Díaz Marín
 

La fortaleza espiritual y mental
Señor director: 

No todos tenemos, por infortunio, la misma fortaleza espiritual ni mental, que es la capacidad de mantenerse fuerte y saludable después de un suceso negativo, difícil o desafiante. Recuperarse puede reducir los efectos negativos del sufrimiento a largo plazo y puede proteger contra el estrés futuro. La espiritualidad es una dimensión de donde nace la paz en las personas, permite la humanización en las comunidades a través del fomento de la confianza y del valor de los activos humanos. Esas fortalezas se deben emprender desde la infancia, siendo la familia el eje central, pues los padres juegan un papel preponderante. En los hogares disfuncionales se quebrantan con gran ímpetu estos cimientos tan básicos; en cambio en los que existe armonía, unión, fraternidad, comprensión, tolerancia, apoyo moral, surgen personas con un potencial mayor de fortaleza, como seguridad y confianza en sí mismo. Hay quienes se derrumban muy fácilmente con cualquier altibajo que se le presente y les cuesta salir avante, de ahí la importancia de la familia. En cambio hay personas más fuertes, que pese a las vicisitudes tienen mayor resiliencia y una capacidad asombrosa de recuperación. Vienen a ser el sostén de los más débiles y frágiles. Se debe buscar nutrir el espíritu cada día con buenos hábitos, para lograr imprimir una  buena dosis de fortaleza, aunque el hierro también se derrite. 
Alvaro Alzate Ussma.

Policías en la calle
Señor Director: 

Así debe ser. El policía, sin muchas arandelas académicas y sin mayores rimbombancias etimológicas y semánticas, es la persona o ciudadano que cuida la ciudad. Ver a estos uniformados en las avenidas, carrera 23 y…, no sé si por otras carreras o calles de la ciudad, es un indicador de confianza y seguridad que coadyuvan a dar la sensación de tranquilidad en una ciudad con todos los más hermosos calificativos, pero en la cual no hay excepciones para la inseguridad, ya que en ella habitan personas de toda índole y condición.
Ver a estos ciudadanos (uniformados) en la calle, como debe ser, evoca recuerdos de añejos tiempos, cuando vivimos nuestra época primaveral. Estos ciudadanos prestaban sus servicios en la calle, conversaban con los vecinos, saludaban y hasta tomaban tinto compartiendo una buena convivencia y hasta cierta amistad. Es un gran acierto, sin que sea una genialidad, pero sí una atinada decisión, ya que los hechos delincuenciales suceden en la calle y no en los cuarteles.

Vale esa comandante
del policía en la calle
controlando al delincuente
que hace daño al ciudadano
el policía es un garante,
su presencia es muy diciente
en invierno o en verano,
el ciudadano es consciente
que debe cuidar su vida,
que debe cuidar sus bienes
pero, con sorpresa gana
el intruso delincuente.
Desde luego que con policías y sin policías, la delincuencia no se va a acabar, porque bien sabemos que este tipo de violencia tiene raíces muy profundas que son difíciles de erradicar. El señor presidente lo ha dicho: Los policías no tienen funciones administrativas, su razón de ser es cuidar a los ciudadanos y ellos están en las calles. Además, y bien lo sabemos, la Policía, por muchas razones non sanctas, perdieron autoridad, confianza y respeto de gran parte de la ciudadanía y difícilmente cambiará su imagen negativa.
Es la gran oportunidad de borrar esa imagen negativa y empezar a repensar un nuevo perfil de una institución que ha sido y será fundamental para el bienestar ciudadano cumpliendo su función constitucional en bien de los derechos humanos. Los ciudadanos también debemos tener una buena disposición de colaborar siendo solidarios y entre todos construir una respetable convivencia.
El policía en la calle es una importante experiencia de la cual se ha hablado mucho, pero parece que al fin triunfó la sensatez y la lógica. Así mismo, con este tipo de estrategias, los policías se van familiarizando con los civiles y en la medida de su efectividad encontrarán apoyo y quizás una efectiva convivencia, que es bien valioso como frente común contra la delincuencia.
Buena esa comandante.
Elceario de J. Arias Aristizábal