Visitantes en un pabellón de la XXXV Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo).

Foto | EFE | LA PATRIA Visitantes en un pabellón de la XXXV Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo).

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EFE | LA PATRIA | Bogotá

La Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), que tuvo a México como país invitado, llegó este martes a su fin tras dos semanas de intensa actividad que incluyó la presencia de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie como estrella central.

Fueron dos semanas de intenso ajetreo en los que autores, libreros, agentes literarios, y todos los que hacen parte de este engranaje se exigieron a fondo en la FILBo, la feria del libro más importante de Colombia.

Como en años pasados también hicieron presencia influenciadores que hacen de las redes sociales su escenario natural pero que, a la hora de tener contacto con la gente, la FILBo es un alternativa que les permite tener ese contacto.

No fue extraño que figuras como Juan Villoro, Guillermo Arriaga, Lydia Cacho o Antonio Malpica estuvieran al alcance de la mano de críticos y lectores para intercambiar opiniones sobre literatura o sus libros.

Tuvieron cabida también este año autores independientes quienes exhibieron, divulgaron y comercializaron su obra en una vitrina especial.

"Es un espacio que abrimos desde la Feria en el que buscamos visibilizar y promover la diversidad del ecosistema del libro y la lectura a través de publicaciones de autores y colectivos que llevan a cabo todo el proceso de escritura, ilustración, edición, producción y comercialización de sus obras, y que incursionan en procesos de producción alternativos y en formatos diversos", explicó la directora de la FILBo, Adriana Ángel.

Por otro lado, la Cámara Colombiana del Libro informó hoy que durante 2022 la venta de libros en Colombia superó los 41,3 millones de ejemplares, de los cuales 36 millones fueron textos educativos y de interés general.

El pabellón más visitado de la FILBo fue el de México, que sedujo a los visitantes con su literatura, que abarca sus raíces indígenas y otras manifestaciones culturales.

Y es que los aztecas se las arreglan bien y completaron tres años como país invitado. Colombia y México conjugan, además, varias iniciativas culturales y esfuerzos para promover la paz.

En sus vitrinas estuvieron presentes libros de Juan Rulfo, Octavio Paz o Juan Villoro. También libros sobre la pintora Frida Kahlo o Diego Rivera.

A la amplia muestra literaria de México se sumaron muestras gastronómicas y también una amplia gama de artesanías.

Al final se dieron cita más de 70 editoriales, 90 autores y 110 artistas de diferentes espectáculos de danza, música y teatro.